La dermatilomanía, también conocida como trastorno de excoriación o trastorno de rascado de la piel, es una afección de salud mental que implica rascarse la piel de manera recurrente y compulsiva, lo que resulta en lesiones cutáneas, cicatrices y angustia emocional.
Las personas con dermatilomanía a menudo tienen una fuerte necesidad de rascarse la piel y pueden hacerlo hasta el punto de causar daños en los tejidos. Pueden pellizcar cualquier parte de su cuerpo, pero comúnmente apuntan a la cara, los brazos y las manos. Esta condición puede provocar complicaciones físicas como infecciones de la piel, cicatrices y desfiguración.
La dermatilomanía a menudo se asocia con otras afecciones de salud mental, como ansiedad, depresión y trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). El tratamiento para la dermatilomanía generalmente implica terapia, medicamentos y estrategias de autoayuda, como el manejo del estrés y técnicas de atención plena. Es importante que las personas con dermatilomanía busquen ayuda profesional para controlar esta afección y mejorar su calidad de vida.
